Reflexión: “Sentimientos de culpa”
4 años ago ReflexionesLa culpa es algo que experimentamos en algún momento de la vida por diferentes motivos especialmente cuando consideramos que hicimos algo mal y está relacionada con acciones equivocadas, con pecado, con dolor
Y es normal sentir culpa, nuestra misma conciencia es la que da la sentencia de nuestros actos porque sin dudas muchas veces erramos, cometemos errores, pecamos.
Pero eso no quiere decir que quedarnos anclados a la culpa sea lo mejor porque eso enferma el ánimo, la mente, condiciona nuestra actitud, aún nuestras relaciones personales no son saludables, porque el estar sometido a la culpa solo nos hace sentir miserables.
Claro está, que todos fallamos pero además de trabajar en hacer cambios también tenemos que superar la culpa porque se convierte en un obstáculo para continuar con nuestras vidas. Encontramos en el salmos 32, donde David habla de lo arrepentido que está de su pecado, describe claramente las consecuencias del fallar y el dolor por la culpa pero también expresa la dicha del perdón de Dios.
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Salmos 32: 1-2 “Qué alegría para aquellos a quienes se les perdona la desobediencia a quienes se les borra el pecado. Que alegría para aquellos a quienes el Señor les borró la culpa de su cuenta, los que llevan una vida de total transparencia”.
En estos versos claramente expresan la bendición de ser perdonado y la bendición de ser libre de la culpa. La dicha de recibir el perdón de Dios, de recibir una nueva oportunidad.
La culpa nos hace sentir aislados de Dios, nos quita alegría, nos roba paz, nos llena de pensamientos derrotistas, nos deja como saldo depresión y muchas veces nos seguimos castigando por lo que ya Dios nos perdonó aun sabiendo que lo que él nos perdona no lo recuerda más. La biblia dice que el borra nuestras rebeliones.
Entonces además de recibir el perdón de Dios, perdónate. No sigas lacerándote tú mismo por lo que ya Dios limpió. Por eso tenemos que no solo buscar el perdón de Dios sino también ser libres de la culpa.
Ahora es muy importante diferenciar que el sentimiento de dolor por fallar lo pone el Espíritu Santo, lo que llamamos convicción de pecado, pero no lo hace para condenarnos sino para que nos rindamos a Dios, para que busquemos arrepentimiento, para que cambiemos de rumbo, pero la culpa que viene de nuestras propias emociones y por la acusación del diablo solo nos traerá destrucción.

Un paso trascendental para ser libre de la culpa es el arrepentimiento. Pero arrepentimiento no es miedo a las consecuencias o sentir remordimiento por fallar.
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Esta palabra viene del griego metanoia que significa cambiar la manera de pensar. Todo cambio comienza en nuestra mente y corazón, porque lo que comienza en la mente termina en acciones por eso es clave trabajar en nuestra mente y es algo que debemos hacer todo el tiempo porque el corazón constantemente se desvía del camino. Y en esto debemos ser determinados. Tomar la decisión cambiar, de buscar ayuda si es necesario para no seguir en ese ciclo destructivo del error.
También entender que lo que te hace sentir culpable hay que usarlo como una lección, es decir si esa decisión que tomaste te trae tanto dolor, te deja consecuencias, te suma culpabilidad entonces no volver más ahí, esforzarse para no reincidir en los mismo, porque ya sabes y sientes lo que es estar con ese sentimiento de culpa. Dicho de manera sencilla, aprende la lección.
La próxima vez tienes la oportunidad de tomar otra decisión, de buscar ayuda, de hablar con Dios de tus debilidades, tentaciones y miserias.
Recuerda que todos estamos en reparación, así que si fallas vuelve a intentar.
Por Adela Gavilan