Miles de personas adoraron a Dios en Las Vegas y Arizona, «Tantos perdidos volvieron a casa con Jesús»
El desierto rebosaba de almas apasionadas por Dios el pasado fin de semana en dos estados críticos para las elecciones en los EE.UU cuando miles de adoradores salieron para unirse al líder de alabanza Sean Feucht durante su gira «Let Us Worship».
Feucht y su equipo llegaron a Las Vegas, Nevada, el sábado y se instalaron en el mismo lugar donde 59 personas fueron trágicamente asesinadas durante un concierto de música country en 2017.
Lo que el enemigo quiso usar para el mal en ese lugar, Dios lo usó para el bien, ya que los cristianos se reunieron para proclamar el nombre de Jesús mientras cantaban, bailaban y se arrepentían de sus pecados.
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«En la calle exacta de la muerte, el dolor y la desesperación de los disparos en 2017, Dios trajo la salvación, la esperanza y la vida». Feucht escribió en Instagram.
«Bailamos, lloramos, comulgamos, nos bautizamos, y nunca volveremos a ser los mismos. ¡¡¡DIOS TE LLAMA CIUDAD DE LA GRACIA LAS VEGAS!!!».
Las sanidades y salvaciones continuaron en Phoenix, Arizona, el domingo, donde más de 10.000 personas vinieron al parque de Tempe Beach para orar y adorar juntos.
Feucht escribió en Instagram que «la fe fue liberada» ya que los milagros tuvieron lugar durante toda la noche. Muchos se emocionaron hasta las lágrimas mientras veían a Dios reparar los corazones rotos.
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«¡Perdidos volvieron a casa con Jesús! Tantos fueron sanados de enfermedades y dolencias! ¡Tantos se llenaron de una fe ardiente! ¡Incluso la policía subió al escenario y lo adoró!
¡GRACIAS A JESÚS POR LO QUE ESTÁS HACIENDO EN ARIZONA!».
«¡Gente corrió al altar para dar sus vidas a Jesús en Phoenix!» Feucht escribió. «¡¡¡Respondimos con palos brillantes y una fiesta de baile!!!».
La gira Let Us Worship comenzó este verano como una forma de traer esperanza y alegría a nuestra profundamente dividida nación, y para luchar por la libertad constitucional de religión.
Feucht está avanzando en esta difícil temporada, diciendo que la iglesia debe continuar levantándose y convertirse en la solución en un esfuerzo por traer la restauración a los desanimados y de corazón pesado.
