La Iglesia Cuadrangular de Bahía Blanca asiste a los damnificados
Tras la tormenta del 7 de marzo y los graves daños que esta ocasionó, la Iglesia Cuadrangular de Bahía Blanca asiste a los damnificados. A pesar de que el acceso al templo se vio dificultado por las inundaciones, desde el segundo día, comenzaron a brindar ayuda a la comunidad.
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Ubicada a dos cuadras del canal Maldonado, que se desbordó completamente, la iglesia enfrentó dificultades para acceder a espacio físico debido al agua acumulada. Aun así y pese a las circunstancias abrieron sus puertas para recibir donaciones del resto de las congregaciones de la Región Sur Cuadrangular.
«Estamos trabajando para ayudar en esta situación de las inundaciones que vinieron después de la tormenta del viernes siete de marzo”, expresó Silvana V Polako, pastora encargada de la Iglesia Cuadrangular Bahía Blanca. Gracias al apoyo de otras iglesias de la región, como «Nueva Vida» de Olavarría, que envió donaciones económicas, pudieron asistir a los más necesitados.
Desde el primer momento, la Iglesia Cuadrangular de Bahía Blanca estuvo predispuesta a ayudar, uniéndose a la comunidad para entregar ropa, alimentos y productos esenciales. Además, voluntarios se movilizaron hasta barrios inaccesibles en auto, merenderos y refugios de ancianos, llevando asistencia a quienes más lo necesitan.
Actualmente, la necesidad principal es el suministro de elementos de higiene personal, lavandina y agua envasada. Sin embargo, la contención emocional y espiritual también es fundamental. Muchas personas quedaron conmocionadas por lo sucedido, y la iglesia ofrece un espacio de escucha y apoyo para quienes lo requieran.
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Muchos fueron los que llegaron a ellos para pedir ayuda material y todo tipo de asistencia. Gracias a Dios, tal como nos cuenta la pastora de aquel lugar, sus instalaciones y las casas de sus vecinos de la misma cuadra, no sufrieron daños.
La Iglesia Cuadrangular de Bahía Blanca asiste a los damnificados y además está recolectando juguetes y útiles escolares para guarderías y jardines afectados. En algunos lugares, el agua alcanzó los 30 centímetros o más, dejando grandes pérdidas. A pesar de las dificultades, la fe y la solidaridad siguen siendo el motor de esta comunidad para seguir ayudando a quienes más lo necesitan.
