110 mujeres renacen, transformadas por la gracia

En una prisión de máxima seguridad femenina, 110 mujeres experimentaron la gracia de Dios al ser bautizadas. El evento evangelístico marcó un renacimiento espiritual profundo.

La reconocida evangelista Jennie Allen lideró el bautismo de todas estas mujeres en el gimnasio penitenciario. Este acto de fe simbolizó la gracia del padre restaurando vidas en medio de la adversidad.


LEE TAMBIÉN: Dante Gebel llevó su solidaridad a Bahía Blanca


«Se está produciendo una reactivación de las prisiones. Alabado sea Jesús», compartió el ministerio en Instagram, reflejando el impacto del avivamiento espiritual.

Las mujeres esperaron más de cinco años para recibir su bautismo, evidenciando un deseo genuino de transformación. En ese periodo su fe se volvio inquebrantable y fortaleció la presencia de Dios en sus corazones.


LEE TAMBIÉN: De la cárcel al éxito: la fe que inspiró a Adrián «Maravilla» Martínez


El gimnasio se convirtió en un santuario improvisado. En una piscina temporal, Allen bautizó a mujeres de distintas edades, sellando su compromiso con la fe en Cristo.

Uno de los momentos más emotivos fue el bautismo de Tina, quien aceptó a Jesús justo antes de ser bautizada.

«Ella está en una prisión de máxima seguridad y caminó hasta la piscina bautismal llorando. Dijo que finalmente se siente aliviada. Finalmente se siente libre», testificaron.

«Gracias Jesús por cambiar los corazones de los prisioneros y liberarlos en Cristo Jesús», expresaron los asistentes, celebrando la obra del Señor en cada reclusa.

El ministerio God Behind Bars lleva el evangelio a prisiones desde 2009, impactando más de un millón de vidas. El amor de Dios sigue siendo el pilar de su misión.

FUENTE: bibliatodo

CONTRAMANO