Mientras dure el hoy
La rutina hace que nos desenfoquemos y que se pase el día sin que nos demos cuenta cómo. Sin embargo, según la Biblia, mientras dure el hoy, tenemos un objetivo claro.
Con frecuencia solemos estar apurados, de “acá para allá” y no nos detenemos a pensar en ese hoy que trascurre. Parece que pasan los días y muchas veces, no le encontramos sentido porque, en apariencia, son todos iguales.
En Hebreos 3.13 podemos encontrar ese objetivo para cada uno de nosotros: la de animarnos unos a otros cada día. Es decir que, mientras dure el hoy, tenemos oportunidades para levantar a aquella persona que está desanimada o no está pasando un buen día.
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Según algunos expertos, solemos decir miles de palabras al día. Por eso es necesario preguntarnos cuántas palabras, de toda esa cantidad, solemos usar para animar a otro; o también, si no es una palabra, cuántos abrazos damos a aquel que lo está necesitando.
En Hebreos 13.3 también nos dice que, mientras dure el hoy, es necesario animarnos unos a otros para que nadie caiga ni se endurezca por el engaño del pecado. Esto no quiere decir también que nuestro hoy está lleno de propósitos y oportunidades.
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Te dejamos tres puntos clave para recordar lo que nos enseña la Biblia acerca de lo que tenemos que anunciar: la reconciliación (que Dios con los hombres por medio de Jesucristo), la salvación (que somos salvos SOLO por medio de Cristo) y la necesidad de predicar la Buena Noticia: de que Jesús vino a salvar a la humanidad
¿Conoces a alguien que está caído? ¿Alguien que necesite de tu palabra, de un abrazo tuyo o de un gesto que pueda sacarlo de la angustia o de la ansiedad? ¡Aprovecha cada momento, cada oportunidad! Recordá que tenemos el gran privilegio de poder reconciliar a los hombres con Dios por medio de predicar las Buenas Noticias.
