El gran Luthier Por Emanuel Fernandez
5 años ago Artículo por Emanuel Fernandez , Rincon de los EscritoresUna persona que construye, ajusta o repara instrumentos de cuerda frotada y pulsada se lo denomina “Luthier”.
Su trabajo incluye instrumentos múltiples tales como violines, violas, violonchelos, contrabajos, violas de gamba, cuatros, laudes, archilaúdes, tiorbas, arpas, mandolinas, clavecines, timples y todo tipo de guitarras (acústicas, eléctrica, electroacústicas, clásica).
En un principio, eran del gremio de los carpinteros y ebanistas dedicandose solo a los instrumentos de cuerda, actualmente se suele denominar luthier a todo artesano que realice esas mismas tareas de construcción, ajuste y reparación de los instrumentos musicales en general, incluido también los de viento y percusión.

Esta disciplina comprende tres actividades principales:
- Construcción y afinado del instrumento.
- Restauración.
- Dictamen.
En dos ocasiones, tuve la oportunidad de llevar instrumentos musicales ante un Luthier. Me causo gran admiración el percibir como las guitarras quedaban restauradas de manera tal que parecían nuevas y no solo eso, sino que cuando estuve en su taller pude ver los instrumentos que eran creados por su propia mano. Era digno de admirar la labor realizada por aquel artesano.
Al pensar en esta labor, llegue a la reflexión de que hay un Gran Luthier en los cielos y nosotros, somos los instrumentos creados por El. Dios es nuestro creador y como diseñador supremo nos conoce a la perfección, sabe bien de que estamos hechos y por esa misma razón es capaz de restaurarnos cuando lo necesitamos.
“A lo largo de la Biblia, nos encontramos con historias de personas cuyas vidas han sido restauradas y cambiadas por completo por el Supremo Creador, uno de ellos fue Moisés”
En Números 12:13, se lo describe de la siguiente manera: “Y aquel varón Moisés era muy manso, más que todos los hombres que había sobre la tierra”. Así mismo, en el libro de Deuteronomio se menciona que nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, quien conoció a Dios cara a cara, realizando señales y prodigios con gran poderío y hechos grandiosos.

Lo curioso es que el Libertador de Israel no fue siempre así…
Durante el tiempo que vivió en la realeza, en una ocasión al observar que un hebreo era golpeado por un egipcio, se dejó llevar por el enojo y lo mato, motivo por el cual tuvo que huir a la tierra de Madian y vivir como un fugitivo durante 40 años de su vida. De hecho, cuando el Gran Yo Soy lo llama a través de la zarza ardiente, Moisés se muestra inseguro y dubitativo, poniendo excusas para no ir a Egipto. Aun después de haber sacado a Israel del cautiverio, hubo una ocasión en la que golpeó dos veces la peña para que saliera agua; desobedeciendo así la orden que Dios le había dado, pues Él le había dicho que debía hablarle y así el agua brotaría.
El carácter de Moisés no se forjo de la noche a la mañana, fue el resultado de grandes pruebas personales, disciplina y tribulaciones. Dios hizo la obra completa en él, restaurándolo en más de una ocasión; convirtiéndolo en un hombre nuevo.
“Por lo tanto, el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo” 2 Corintios 5:17
A lo largo de mi vida como cristiano he experimentado el poder de la restauración, he palpado de cerca que en Cristo los enfermos son sanados, los esclavos de algún vicio son libertados, aquellos hombres sin propósito alguno terminan hallando unan razón para vivir y los pecadores son perdonados. Para el no hay nada imposible…
Si sentís que te equivocaste y estas roto por dentro, déjame decirte que El y solo Él puede restaurarte y si estas atravesando por diversas dificultades o aflicciones, ten calma y gózate porque Él está trabajando para sacar la mejor versión de ti, de la misma manera que lo hizo con Moisés.
Tan solo deja todo en manos del Gran Creador que él sabe bien como trabajar…

ARTICULO ESCRITO POR EMANUEL FERNANDEZ
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