¡DANGER! Niños en Peligro, Abuso Sexual Infantil. Por Debora Olivieri

Según las estadísticas, una de cada cinco mujeres y uno de cada diez varones fueron víctimas de abuso sexual durante la infancia. Qué señales debemos atender y cómo actuar.

¿Qué es el abuso sexual infantil?


El abuso sexual se da cuando un adulto o un menor de mayor edad obliga a un niño a mantener contacto sexual. Para lograr su objetivo, el abusador puede emplear la fuerza física, un soborno, amenazas o aprovecharse de la ingenuidad de la criatura.


Se considera abuso sexual infantil por parte de un mayor u otro menor a los siguientes actos:

  • Tocar los genitales de un niño
  • Hacer que un menor acaricie los genitales
  • El contacto con los genitales de un niño mediante la boca
  • Acariciar al niño con los genitales
  • Penetrar vaginal o analmente a un menor
  • Mostrarle el pene o la vagina a un niño
  • Poner en contacto al niño con pornografía
  • Hacer participar a un menor de producciones pornográficas

¿Son comunes los casos de menores víctimas de abuso sexual?
Lamentablemente sí. Se da más frecuentemente de lo que las personas creen. Según las estadísticas, una de cada cinco mujeres y uno de cada diez varones aseguran haber sido víctimas de abuso sexual durante la infancia.

¿Quiénes son potenciales abusadores?

Lo habitual es que los victimarios sean adultos o niños mayores que forman parte del entorno social del abusado. En ocho de cada diez casos denunciados, los niños aseguran conocer a abusador quien, por lo general, es una persona en la que confiaban.

¿Cómo me doy cuenta si mi hijo es víctima de abuso sexual?
La mayoría de los padres creen que sus hijos les contarán a ellos o a otro mayor en caso de que alguien los violentara sexualmente.

Lamentablemente esto no siempre es así y se debe a que los abusadores suelen amenazar o convencer a los niños para que no cuenten lo sucedido. Por su parte, el menor puede sentirse responsable por haber sido abusado, creyendo inclusive que será castigado si es descubierta la verdad.

Sin embargo, si el niño decide contarlo lo hará de una manera muy confusa. Probablemente elija contárselo a un amigo, quien a su vez se lo relatará a sus padres. Sólo son capaces de hablar de lo sucedido aquellos niños a los que previamente se les ha hablado sobre el tema ya sea en su casa o en la escuela. Por lo antes expuesto, los padres deberán estar atentos a los cambios en el comportamiento de sus hijos.

¿Cuáles son los síntomas psicológicos? 

  • Manifiesto temor por parte del niño a una persona (inclusive el padre o la madre) o a permanecer en determinados lugares
  • Reacciones anormales al ser indagado acerca de si fue tocado por alguien
  • Alteraciones del comportamiento (como orinarse en la cama)
  • Evitar realizar sus deposiciones
  • Pesadillas frecuentes
  • Protagonismo repentino de su genitalidad

¿Cuáles son los síntomas físicos?

  • Secreciones no habituales en el ano o la vagina
  • Manifestaciones de dolor en el ano o en los genitales
  • Enrojecimiento o sangrado en la vagina o en el pene
  • Surgimiento de enfermedades de transmisión sexual (chlamydia, gonorrea, etc…)
  • Infecciones urinarias frecuentes (en las niñas)
  • Embarazo

¿Qué debo hacer si mi hijo me cuenta que sufrió abuso sexual?
En primer término debes escuchar al niño con toda la seriedad que el caso amerita, sobre todo considerando que los niños suelen ignorar aquellas cuestiones que los hace sentir incómodos.

Cuando un menor que denuncia el estar siendo abusado es ignorado por sus padres o éstos no le creen, no considerando el pedido de ayuda, es común que el niño no se arriesgue a mencionar nuevamente el problema. Esta situación pone en riesgo al niño de sufrir abusos reiterados durante meses o años.

Por ello, es crucial que le expliquen la importancia de hablar acerca de aquellos sentimientos incómodos. Escucha con suma atención los motivos por los cuales no contó la situación antes y déjale totalmente en claro que, bajo ningún concepto, lo sucedido es su culpa.

Demuéstrale todo tu amor, bríndale tranquilidad y asegúrate de que quede claro que vas a ayudarlo. Si la situación te enoja, esforzate para que tu hijo sepa que ese sentimiento, de ningún modo, está dirigido a él. Exprésale tu reconocimiento a su valentía por habértelo contado y mostrale que comprendes su temor, sobre todo si fue abusado por un familiar o una persona cercana a la familia.

Un aspecto de vital importancia, una vez enterada del asunto, es que lleves a tu niño al pediatra. Este deberá revisarlo y descartar que existan lesiones de algún tipo o haya contraído alguna enfermedad. También te recomendamos que lleves al menor a una consulta con un psicólogo.

¿Debo realizar la denuncia en la policía?


Sí. Reportar el abuso ante las autoridades pertinentes ayudará al menor a sentirse protegido. Además, el acto de realizar la denuncia formalmente ante la ley dejará en claro al menor que fue una víctima y que debe contar su verdad sin avergonzarse de ello.

¿Cómo puedo prevenir el abuso sexual?

De acuerdo con lo aconsejado por la Academia Americana de Pediatría, es recomendable considerar los siguientes aspectos:
1) Diálogo: Explícale a tu pequeño qué es el abuso sexual. Si la escuela a la que asiste le da información sobre esto, conversa con él sobre lo que allí aprende.

2) Partes privadas: Enséñale las partes privadas del cuerpo y los respectivos nombres de esas partes. Coméntale que su cuerpo le pertenece y enséñale a pedir auxilio ante una situación en la que se sienta violentado.

3) Pone atención: Presta suma atención si tu niño desea comentarte algo y, más aún, si hacerlo le resulta difícil.

4) Entorno: Tomate tiempo para conocer a los adultos y a los niños que pasan mucho tiempo con tu hijo. Realiza visitas inesperadas en los lugares en lo que dejes a tu niño para que lo cuiden.


Mediante estos consejos y a través de la cercanía, la atención y la observación de tu hijo, podes evitar un problema que puede marcarlo para toda la vida.

Año a año UNICEF brinda datos escalofriantes sobre nuestro país en relación a menores. Cada 3hs se convierte en mama una menor de 15 años y casi en la totalidad de los casos el embarazo obedece a un abuso intrafamiliar. En nuestro país el abuso afecta a una de cada 5 niñas y uno de cada 7 varones.

Como adultos es fundamental crear espacios de confianza y comunicación frente a estos temas. Pene y vagina, no son malas palabras, son partes de nuestro cuerpo y deben reconocerse como tales para cuidar de los niños, informarlos y prevenirlos de posibles abusos.

El primer paso comienza por aquí, por nosotros, los adultos.

Fuente periodística: Datos Diario Clarin


ARTICULO ESCRITO POR DEBORA OLIVIERI
Psicopedagoga
(Especializada en Estimulación Temprana)
Teléfono: 2284 64-6890
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